Estrategias para una adecuada intervención educativa

Estrategias para una adecuada intervención educativa

El desarrollo de la psicomotricidad se produce por el estímulo conjunto de la maduración biológica y de la estimulación social que el niño recibe. Sin maduración cerebral y física no hay progreso, pero la maduración por sí sola no da lugar al desarrollo y menos cuanto más complejas se van haciendo las adquisiciones. Además de maduración el niño necesia siuaciones que estimulen el aprendizaje de deerminadas actividades y su práctica posterior: necesita guías, modelos, motivación, refuerzos por sus logros y afecto y apoyo cuando fracasa en sus acciones.

Quienes se encarguen del cuidado y educación del niño tienen la responsabilidad de potenciar al máximo sus posibilidades.

La educación psicomotriz en niños que no presentan problemas específicos, se lleva a la práctica siguiendo programas más o menos amplios y elaborados con mayor o menos grado de especificidad. No obstante, todos ellos integran al menos tres elementos: objetivos, metodología y contenidos.

Objetivos:
1.       Educar la capacidad sensitiva a partir de las sensaciones del propio cuerpo. Se trata de transmitir al cerebro el máximo de información posible relativa al propio cuerpo o relativa al mundo exterior.

2.      Educar la capacidad perceptiva. Estructurar toda la información disponible, integrándola en esquemas perceptivos que den sentido a esa información.

3.      Educar la capacidad representativa y simbólica. El estímulo que inicie el movimiento debe proceder de una representación o imagen mental anterior a su realización; hay que ayudarle a tomar conciencia de qué movimiento quiere hacer, cómo y para qué.
En todos estos objetivos tiene una gran importancia la utilización del lenguaje por parte del educador y por parte del niño.
Metodología
Utilizar la actividad corporal y el lenguaje como instrumentos d ela intervención educativa.
Motivar. La educación debe estar en consonancia con las necesidades e intereses del niño. Una de sus primeras necesidades es el juego. De ahí que las actividades educativas deban presentarse con un carácter lúdico.
Cuanto menor sea el niño, más cambios y variaciones en las actividades habrá que hacer para mantenerle motivado.
Dar instrucciones claras, utilizar refuerzos y evitar castigos.
Orden y organización espacio-temporal en la casa y en la clase:
- Cada cosa ha de tener su sitio.
- Cada actividad tiene un principio y un fin.
- El orden de las actividades debe ser todos los días el mismo.
Las actividades han de presentarse en orden de dificultad creciente, teniendo en cuenta el nivel de desarrollo psicomotriz en el que se encuentra el niño.
Contenidos:
Esquema corporal.
Tonicidad.
Control postural.
Control respiratorio.
Estructuración espacial.
Estructuración temporal.
Capacidades perceptivas.
Iniciación al cálculo.
Grafomotricidad.
Coordinación visomanual.
Desarrollo del ritmo.
Iniciación deportiva.